Educar a través de los espacios
Daniel tiene dos años, va de visita a la casa de su tía, es una casa hermosa con grandes escaparates y llena de adornos de cristal, Daniel que suele ser un niño muy travieso en casa, camina con cuidado y estira sus manitos hacia los adornos sin llegar a tocarlos, voltea a ver a su mamá quien solo abre los ojos y continúa su recorrido.
Javier tiene 45 años y viaja a Estocolmo para dar una presentación en un congreso. Su vuelo se retrasa 3 horas y decide caminar por el aeropuerto para entretenerse. Se sorprende al encontrar una sala colorida, con juegos de espuma donde niños corren y saltan, y los adultos se echan a descansar. Javier, que suele ser muy conservador, se anima a recostarse, entonces descubre también que el techo está pintado de hermosos colores de verano, se siente relajado y animado de sí mismo.
Los espacios tienen el poder de enviar poderosos mensajes, mensajes que invitan o prohíben. Aún en la ausencia de carteles o de personas que mencionen las reglas de cómo usar el espacio, estos mensajes son capaces animarnos a comportarnos de una manera o de otra. Los lugares pueden provocarnos diversas formas de ser, actuar y pensar sobre el mundo.
Esta cualidad de los espacios es sumamente importante sobretodo para los niños, quienes desde edades tempranas son sensibles a su entorno, investigando y descubriendo en éste detalles y significados que les van a ayudar a interpretar el mundo de una u otra manera. Una banquita colocada al pie de un lavabo le dice al niño: “tú puedes lavarte las manos solito”. Una cortina de tules de colores puesta en una ventana, puede decir: “puedes ver el mundo del color que tú elijas”, o yendo más lejos puede decir: “puedes darle al mundo el significado que consideres”.
Los elementos de un espacio y la forma en que éstos se organicen, van a dar claras invitaciones al niño para construir su identidad, su autoestima, su pensamiento, su autonomía, pero sobretodo para construir la imagen de sí mismo y del mundo en el que vive con otros.
Puede ser momento de preguntarnos dónde juegan los niños, cómo es el aula que en la que aprende, el baño, el comedor, la sala. ¿Qué mensajes ofrecen estos espacios para que tu niño o niña crezca sano y con una imagen positiva de sí mismo y de su comunidad? ¿Requiere algunos cambios? ¿Qué podrías hacer para mejorarlo?